Una de las mayores ventajas de una empresa cooperativa es la igualdad que implica en su gestión y lo democrático que es en general.
Los miembros pueden tener todas sus necesidades satisfechas sin tener que deferir a una sola persona. Este tipo de organización equitativa hace que el negocio cooperativo sea mucho más estable que un negocio normal. Los miembros irán y vendrán sin interrumpir necesariamente la forma en que funcionan las cosas. De hecho, siempre que sea necesario un cambio, será necesario que todo el grupo de miembros lo decida. Además, debido a que cada miembro tiene un solo voto, todos tienen igualdad de condiciones en el negocio sin importar cuántas acciones posean.
La cooperativa es un organismo propio. Se considera una persona jurídica, por lo que asume la responsabilidad de sus propias deudas en lugar de depender de los empleados, directores o accionistas, con la excepción de situaciones en las que ha habido fraude o negligencia. La responsabilidad de cada miembro de la cooperativa se limita a su inversión respectiva.
Una empresa cooperativa confiere su propio conjunto de ventajas económicas a sus miembros. Tome las cooperativas de consumo, por ejemplo: los miembros de tales cooperativas reciben dividendos por su patrocinio. Esos dividendos están determinados por cuánto gastan los miembros en los productos de la cooperativa. Los socios que además sean empleados de la cooperativa también tienen derecho a descuentos en mercadería.
Las empresas cooperativas son propiedad y están controladas por los miembros, por lo que son más autónomas en comparación con las empresas controladas por sus inversores. Otro factor que conduce a un mayor control dentro de una cooperativa es el hecho de que todos los miembros de la cooperativa deben estar activos dentro de la cooperativa para que puedan dividir la carga de trabajo en partes iguales entre ellos.
Las empresas cooperativas también eximen a los miembros del impuesto sobre la renta, hasta cierto punto. Los socios solo tributarán en función de los ingresos que reciban de la cooperativa y no a nivel individual o corporativo. Las cooperativas que operan con fines de lucro pagan impuestos al igual que las empresas regulares. Sin embargo, pueden reducir su exposición a impuestos pagando a sus miembros dividendos de patrocinio en forma de reembolsos y descuentos en productos y servicios. Las cooperativas también reciben asistencia financiera en forma de préstamos y subvenciones del gobierno.
Las empresas cooperativas se basan en la filosofía de la ayuda mutua. No se trata solo de elevar económicamente a los miembros, sino también moral y socialmente. La membresía inculca un espíritu de independencia, cooperación y tolerancia.
